Expiación

Os dejo una imagen con la que llevo trabajando unos días....

El título de esta obra es... EXPIACIÓN 

He intentado tener más cosas que nunca en esta imagen... y aunque siempre mejorable... estoy muy contento con el resultado!

Espero que os guste mucho a todos!

Aquí os dejo la historia de este personaje!

Iria era una enviada que estaba al cargo de la protección de un niño de 3 años que vivía en una aldea.
Un día vio a un pastor que guiaba sus ovejas con una vara que en la punta portaba una piedra de oro puro. Su curiosidad hizo que tomase forma humana para relacionarse con el pastor. El pastor rápidamente cayó en sus encantos y le contó que portaba el oro para recordar que sus ovejas eran más importantes que algo tan simple y tan material. Ella no lo entendía, pues le parecía que algo tan bonito tendría más valor que unas simples ovejas. Esa misma noche Iria decidió robarle el oro al pastor. Mientras, el niño de 3 años salía a jugar entre la hierba, y claro Iría no estaba pendiente. 
El perro del pastor empezó a ladrar alarmando de la cercanía de un lobo. El pastor sin pensárselo salió a defender a sus ovejas y así Iría aprovechó para robarle. Cuando se dio cuenta que estaba cayendo en la avaricia, salió en ayuda del pastor para salvar sus ovejas.... Consiguieron ahuyentar al lobo, pero este seguía teniendo hambre....y escuchó sonidos entre la hierba....
Iria pidió perdón al pastor por querer robarle, este la perdonó, pero la echo de su vida.
Iria, salió de la Cabaña del pastor pensando en todo lo ocurrido y sobre todo pensando en su sentimiento de culpa. De repente escuchó unos gritos desgarradores que duraron poco tiempo, procedentes de la hierba.
Se acercó rápidamente y vio salir corriendo al lobo que intentó atacar a las ovejas, y descubrió el cuerpo sin vida del que debía de ser su protegido. En ese momento una oscuridad llena de culpa, ira y odio empezó a apoderarse de ella, y se dirigió a la Cabaña del pastor nuevamente con sus pensamientos nublados. Abrió bruscamente la puerta y echó la culpa al pastor por hacerle perder su camino y a su protegido. Iría quería arrebatarle su vara. Llena de ira, noto como su poder aumentaba, desplegando así unas alas negras 

y usó su poder oscuro contra el pastor, ocasionándole la muerte y provocando un incendio en la Cabaña. Cuando pudo reaccionar ya era tarde, no podía hacer nada. Cogió la vara para no olvidar lo ocurrido y huyó al bosque.
Subió a lo alto de la montaña, se sentó al borde del abismo y se puso a pensar en todo lo que había pasado. Se dio cuenta de que por su avaricia había dejado de proteger una vida inocente, que su ira la había consumido hasta el punto de sacar su poder oscuro y se sintió liberada, esa sensación le daba miedo. Así que, decidió arrancarse las alas, y acabar con su vida saltando por el abismo junto a la vara.
Mientras caía intentó perdonarse a sí misma, pero no lo conseguía y justo antes de llegar al suelo, algo la detuvo, salvandole así la vida. Apareció una figura sin rostro o por lo menos ella no lo veía bien. Iria le preguntó quién era. La figura no le contestó, pero empezó a atacarle. Iria, cogió la vara y empezó a luchar como nunca antes había hecho, luchaba por su vida. Después de un rato luchando ferozmente pero sin alcanzar en ningún momento a la figura vio que estaba a punto de desfallecer. Volvió a notar la sensación de la Cabaña, la oscuridad empezaba a apoderarse de nuevo de ella, dejó caer la vara en forma de rendición y le pidió a la figura sin rostro que acabase con su vida.
La figura se quedó mirando y entonces Iria pudo ver cómo se le dibujaba una sonrisa, y la figura habló.
Soy Verdad: luchadora incansable, luchadora imbatible, buscadora de almas perdidas.
Verdad entonces se quitó la capa y se descubrió, pelo larguísimo, y un vestido desgarrado por tantas batallas luchadas.
Verdad le dijo a Iria, tú eres un alma perdida, quieres expiar tus pecados y no dejaré que te quites la vida. Lucharás a mi lado, te entrego tu vara convertida en cruz de puro oro, pesada como la carga de tu avaricia. Tu vestimenta será negra y caliente, como la oscuridad que tienes en tu interior, tus alas serán blancas, pues no has renunciado a la luz. Caminaras a mí lado, guiando a las almas que no sepan donde ir, pues cargarás con la muerte del pastor.
De tu vara saldrán llamas igual que en el incendio de la Cabaña, llamas azules cuando el alma que encuentres sea pura, y llamas rojas como la sangre del niño que dejaste sin protección cuando el alma esté corrompida. Cargarás con tus pecados, cargarás con tus culpas, cargarás con tu pasado, hasta que por ti misma descubras si quieres ser luz u oscuridad. A partir de ahora serás Expiación.